Skip to main content

Segundo acto

Sin darnos cuenta, hemos entrado en el segundo acto. Tras casi cuarenta años de monarquía, hemos cambiado de rey en apenas quince días, sin previo aviso. Este hecho ha pillado con el pie cambiado a muchos ciudadanos y también a gran parte de nuestra clase política.

El pasado no se puede repetir

Aunque había nacido en la miseria, lo hizo dotado de una extraordinaria inteligencia y fortaleza. Desde niño incubó una clara voluntad de forjarse un futuro mejor. Y supo aprovechar la oportunidad inesperada que le proporcionó en su adolescencia el haber salvado del naufragio a un velero comandado por un viejo, rico y borracho que, en agradecimiento, lo adoptó y educó, añadiendo el refinamiento y la elegancia a su talento natural.