Dos años después de ser galardonado con el Premio Nacional de Investigación, Enrique Zuazua recibió un honor diferente, y sabroso. Ser nombrado cofrade del bakalao junto con otros dos destacados eibarreses.
El matemático Enrique Zuazua, la directora de laboratorio de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirón de Donostia, Miren Mandiola y el director de orquesta Pedro Palacín, juraron, con la mano extendida sobre una cazuela de bacalao su nueva condición de Cofrades del Bakalao, una distinción que se otorga cada año a personalidades o entidades destacadas de Éibar.
La ceremonia contó con el reconocimiento del alcalde Miguel de los Toyos a Ángel Elizondo, promotor a acontecimientos gastronómicos en el municipio, y con un concurso de bakalao, que en su edición número 27, computó la participación de 39 parejas.
De la calidad de los platos preparados daba cuenta el propio Enrique Zuazua que destacaba la “exquisitez” del bakalao cocinado, que ahora “disfrutará con más responsabilidad” decía, dado su nuevo cargo.
Alberto Echaluce recogía en el Diario Vasco la ceremonia de entrega de este premio en el siguiente artículo.