Arratsaldeon guztioi. Gaur egun berezia dugu. Alex Aranzabalen liburu berria argitaratu da eta horren berri eman nahi dizkizuegu. Alex Éibar Futbol Klubeko/Sociedad Deportiva Éibar Presidentea da. Baina gaur gurekin dagoena, beste guztien gainetik, Alex Aranzabal da.
Buenas tardes a todos. Para mí es un honor tener la oportunidad de hacer de breve telonero de Álex Aranzábal, que Preside la Sociedad Deportiva Éibar (SDE), pero que hoy está aquí, sobre todo en su condicilalrten ela zirriborrotzen ditu.rón de, ni más ni menos, Álex Aranzábal, autor del libro “El Modelo Éibar: otro fútbol es posible. Historias e ideas sobre liderazgo alternativo”.
Eibar, hitz labur eta borobila da, hiri, herri berezi batentzat. Gaur egungo eskala planetarioak kontutan izanik, Eibar hiri txikia bat. Baina bere historian zehar beti gauza handiak, bereziak, liluragarria, erraldoiak egiteko gaitasun berezia erakutsi du.
Eta horrela da gaur ere. “Eibar eredua” da liburuaren izenburua. Aproposa.
Eibarko hiria arteetan, giza garapenenean, industriagintzan, teknologian, euskararen berpiztean, kiroletan, hainbat arlotan, emaitza bereziki bikainak eman izan ditu eta horrela izan bada gure eredu propioa jorratu dugulako izan da: Eibarko eredua, geurea.
Ereduaren gakoa pertsonak dira, Eibartarrak, eta beraien lana, zintzotasuna, gogoa, borondatea, elkar-lana, beti etorkizunera begira, eskuzabaltasunez.
Iragana errepikatzen ez dela Eibartarrok ondo dakigu baina etorkizuna norberaren eskuetan dagoela neurri handi batean baita.
Futbola aitzakia delarik, bizitzari buruz hitzegiten digu sakontasunez, osotasunean Alexek. Eta datorren hamarkadetarako proposamen itxaropentsuak zirriborrotzen ditu Eibar Futbol Taldearendako eta, beraue eralkadaketa sakon baten motore delarik, hiri eta herri osoarentzat.
Este libro está dedicado a dos Imanol-es. Su padre y su hermano. Ambos fallecidos demasiado pronto, antes de que Álex cumpliera los veinte años. Hoy tiene 41.
La vida de Álex, como la de todos, pero en su caso de ese modo tan singular y temprano, se ha forjado superponiendo capas de plenitud y también de carencias, de cráteres vacíos. Los dos Imanol-es dejaron los dos más grandes en la topografía interior de Álex. El primero, uno de los más notables y nobles representantes del empresariado industrial eibarrés, euskaldun. El segundo, víctima del tsunami de las drogas que arrasó literalmente y sospechosamente nuestras calles impunemente en la década de los 80.
Álex nos habla de la SDE que preside brillantemente desde el 2009 y en cuya Junta Directiva se integró en 2005 de la mano del difunto Presidente Jaime Barriuso.
El libro constituye una narración brillante, que va mucho más allá de la historia del fútbol eibarrés y sus intrépidos últimos años.
Es un libro reflexivo, de moral, de valores en el que su autor nos narra su visión de la vida, del trabajo, de las relaciones, del desarrollo personal y social íntegro, humano.
El libro delinea con acierto los contornos del Modelo Éibar que ha permitido a esta pequeña ciudad ser pionera y ejemplar en actividades tales como la industria, el deporte, el arte, la política, y también la Ciencia y la Tecnología, habiendo recibido por ello la distinción ministerial en 2010: “Éibar, Ciudad de la Ciencia y la Innovación”, lema que hoy encabeza la página web de nuestro udaletxe.
Este último aspecto me llena de orgullo como científico eibarrés, pero en absoluto me sorprende conociendo las aportaciones del campus de la UPV/EHU en nuestra ciudad, de la Escuela Armería y, cómo no, de nuestro buque insignia, TEKNIKER, entre otros muchos.
Pero también en esto hay ausencias, vacíos y no puedo dejar de recordar a nuestro recientemente desaparecido hombre de las estrellas, Javier Gorosabel.
Álex nos habla de los que fueron sus mentores, sus maestros, con los que aprendió desde el respecto y la escucha. Y al hacerlo, con profunda admiración y agradecimiento, nos desvela una de sus primeras características: la generosidad, la integridad.
Pero nos habla también de otros gigantes del conocimiento y del liderazgo en diversos ámbitos, no solo en el deporte, de manera dinámica, concisa pero certera, buena prueba de su precoz sabiduría.
Uno de ellos es el campeón de ajedrez Gari Kaspárov y, al hacerlo, se delata como gran aficionado a la práctica de este noble deporte “xakea”, que no es lo mismo que el sake japonés, el elixir del arroz.
Y tal vez esta afición al ajedrez explique el espíritu analítico, sistemático y científico que acompaña a toda su reflexión, complementando un fuerte humanismo de fondo.
El libro está de hecho prologado por Jorge Valdano y José Eulogio Gárate, dos gigantes del fútbol y de lo humano.
Valdano, más allá de un gran futbolista, es un filósofo vital y líder, y así lo deja ver en una breve narración en las que sus frases se pueden casi visualizar en nuestro cerebro como imágenes en color; la trayectoria de un chico que jugaba al fútbol en una soleada llanura infinita de la Pampa Argentina, para llegar de joven a Euskadi a jugar en campos embarrados, entre cuestas, bajo un cielo lluvioso y plomizo.
Ese tránsito y contraste fue el que abrió los ojos de Valdano a la universalidad del fútbol.
José Eulogio, ilustre eibarrés, se caracterizaba no sólo por la elegancia y virtuosismo de su juego sino también por su sencillez y bonhomía que tanto sorprendía a la gente. Un raro binomio de bondad y extrema calidad. Su prólogo es como uno de sus goles.
El libro es en realidad un gran ensayo en el que el autor desgrana lo que es la esencia de un proyecto de transformación urbana y social en el que el modelo Éibar se proyecta al futuro para transmutarse hacia lo que será el nuevo Taller de Éibar, “Ipurua Tallarra”, el del Deporte, el de la SDE.
Álex acierta a que visualicemos un proyecto posible basado, como siempre, en una administración rigurosa, en la generosidad en el esfuerzo colectivo, en la visión compartida.
Álex concluía su libro antes de saber cuál sería el resultado final de la liga para el que, fuera cual fuera, estaba preparado.
Y demuestra con creces haber aprendido de la escuela de la vida que nada puede ser siempre cuesta arriba ni cuesta abajo. Todo eibarrés lo sabe desde el día que echa a andar.
La victoria, como dice, ha de ser administrada con prudencia y la derrota con valentía.
Sé de la gran decepción que produjo a todos los eibarreses y en particular a Álex un descenso de último minuto, de carambola, improbable e injusto.
Pero soy de los que pienso que no importa. El Éibar es un equipo de primera tras la temporada 14-15, con independencia de que la próxima le toque tal vez militar en la segunda división.
¿Quién dijo que el reparto de roles que nos toca en este gran casino de la vida es siempre justo o el más adecuado?
Hay un poema de Bernardo Atxaga que nos habla de eso. De lo que un día lamentamos perder para luego darnos cuenta de que no era relevante, o incluso, más adelante ver el incidente como un necesario ingrediente en el plato de la vida, que ha de ser agridulce. “Adan eta bizitza” en uno de sus párrafos dice así:
Zahartu zen erabat Adan, sentitu zuen hurbil heriotzaren ordua, eta Evarekin elkarrizketa sakon bat izateko gogoa sortu zitzaion; “Eva”, esan zion, “ez zen ezbehar bat izan paradisuaren galtzea; oinazeak oinaze, minak min, gure Abelen zoritxarra halako zoritxar, bizi izan duguna izan da, zentzurik nobleenean esanda, bizitza”.
“La hora de la muerte, la verdadera, le llegó a Adán siendo ya muy viejo, y quiso entonces transmitir a Eva lo que había aprendido, su última verdad. “¿Sabes, Eva?”, le dijo, “la pérdida del paraíso no fue en realidad una desgracia”. A pesar de los trabajos, a pesar de lo del pobre Abel y todos los demás conflictos, hemos conocido lo único que, noblemente hablando, puede llamarse vida”.
Nosotros también, en Éibar, conocemos lo único que noblemente puede llamarse vida. Y podemos sentirnos orgullosos de vivir compartiendo el modelo Éibar que Álex desgrana con brillantez y una clarividencia de persona mayor, cuando apenas es aún chaval con toda una vida por delante.
Éibar es un equipo de primera. Que nadie confunda “ser” y “estar”; “izan” eta “egon”.
Vamos pues a seguir trabajando, sin desmayo, en ese “Ipurua Tallarra” del que nos habla Alex, el de la metalurgia deportiva.
Eskerrikasko, Alex egin duzun guztiagatik, bereziki Eibar herriaren etorkizuna jorratzeko bidean sustatu eta azaldu duzun eredu, proiektu eta ekimenarengatik. Liburu honek oso borobil azaltzen digu, denon artean, konturatu gabe, belaunaldi bat joan, bestea etorri, jorratu duguna: Eibartarron eredua.
Seguru nago Imanol biak, falta diren beste asko bezala, gaur gugaz hemen izateko irrikaz izango zirela.
Bukatzeko, eta zuri hitza eman aurretik, badago azkenik aipatu nahi nuen beste bat. Bera izan ez balitz libururik ez legoke: Juana Minguez Arrillaga. Zorionak ama. Zorionak amama.
Sociedad Alperrak, Eibar, Ekainak 4, 2015
Enrike Zuazua Iriondo
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