Banda de Möebius de M. Ercher.

Banda de Möebius de M. Ercher.

Vivimos una era en la que se está materializando un nuevo renacer de las matemáticas que algunos han denominado “La explosión de las Matemáticas”. A muchos cuesta creer que así sea. ¿Cómo una ciencia tan antigua, compleja y abstracta, puede tener aún cosas que decir o qué descubrir? ¿En qué medida, los resultados esperables pueden tener algo de relevante en los ámbitos que preocupan al ciudadano de hoy?

La respuesta está en el imparable desarrollo propio de nuestra dinámica sociedad. Las Matemáticas son a la vez una ciencia básica, el lenguaje en el que está escrito el universo como decía Galileo Galilei, y también una disciplina que se retroalimenta permanentemente a través del desarrollo de todos los demás ámbitos de la Ciencia y de la Tecnología (…)

Con este edificio intelectual que cimienta sus fundamentos y métodos, y con la fuerza y versatilidad que ofrecen la Matemática Aplicada y los ordenadores, la nave de las Matemáticas, la Reina de las Ciencias, está pues preparada para surcar el siglo XXI (…).

Nunca antes habíamos vivido en una sociedad tan matematizada, y a pesar de ello la ciudadanía es muy poco consciente de ello. En efecto, las Matemáticas están presentes no sólo ya en la naturaleza, como indicó Galileo al que antes aludíamos, sino en todas las herramientas, procedimientos y mecanismos que forman parte de nuestra vida más cotidiana: las comunicaciones (televisión digital y telefonía), los buscadores de internet, la seguridad en las transacciones bancarias, los mercados financieros, la gestión de las redes de transporte, y un largo etcétera. sello_fermat_2

Vivimos pues “El momento de las Matemáticas”, uno más, particularmente brillante, en lo que ha sido la trayectoria de las Matemáticas que surgen, de hecho, a la vez que la propia especie humana pues el desarrollo lingüístico convirtió al ser humano en un gran simbolizador, y esto condujo a la invención de las Matemáticas, lo cual contribuyó a situarlo en la cumbre de la evolución (…).

El artículo original fue publicado en el número 31 de la revista SIGMA y puede descargarse en PDF desde este enlace.