El mayor encuentro científico del año 2006 tuvo lugar en Madrid. Entre el 22 y el 30 de agosto de aquel año se celebró la XXV Conferencia Internacional de Matemáticos (ICM-2006) a la que asistieron más de 5.000 personas dedicadas profesionalmente a las matemáticas.
El escenario elegido para aquel encuentro de algunas de las mentes más brillantes del mundo, agrupadas en la Unión Matemática Internacional, fue el Palacio Municipal de Congresos del recinto ferial del Campo de las Naciones.
Cuarenta años antes de aquel Congreso Mundial nació el singular matemático ruso Grigori Grisha Perelman que logró resolver en 2002 la conjetura propuesta por otro genio, esta vez francés, Henri Poincaré (1854-1912), aunque se negó a recoger el premio (la Medalla Fields) que se le iba a conceder en aquel encuentro.
En un arrebato de modestia y pudor llegó a decir: “No quiero estar expuesto como un animal en el zoológico. No soy un héroe de las matemáticas. Ni siquiera soy tan exitoso. Por eso no quiero que todo el mundo me esté mirando”.
Los materiales expuestos a continuación fueron parte de la aportación de Enrique Zuazua en aquel congreso dentro de su conferencia titulada: “Propagation, dispersion, control and numerical approximation of waves”.