El pasado 10 de mayo se presentó en Madrid la actualización de los perfiles de la Galería de Matemáticas, Ciencia y Tecnología, conocida como Arbolmat, ‘El Árbol de las Matemáticas’.
Arbolmat, ha incorporado 29 nuevos perfiles a la lista de personalidades destacadas por su revelencia investigadora en España, Portugal y Latinoamérica, unas incorporaciones que se suman a la lista de los 39 perfiles publicados en el marco de esta iniciativa conjunta de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) y Universia con el objetivo de dar visibilidad y reconocer la dedicación matemática al más alto nivel.
Entre esas nuevas incorporaciones, como ya informamos en este blog en febrero, está la de Enrique Zuazua, que en su discurso aseguró que “vivimos un momento dulce para las Matemáticas a nivel mundial. Hoy, en la que podríamos denominar la década de los datos, el diploma de matemático es uno de los más codiciados en el mercado laboral. Queda ya muy atrás aquel tiempo en que estudiar la carrera de Matemáticas se percibía como un callejón sin otra salida que la docencia”.
Según Zuazua, hoy en día, el nivel de las Matemáticas y el de su hibridación con el tejido productivo son un claro indicador del progreso de un país. Y las Matemáticas del mundo de habla hispana, a ambos lados del océano, han dado pasos de gigante en las últimas décadas, comparables a su progreso social, económico y cultural.
ArbolMat es un legítimo testimonio de ese gran salto cualitativo. Se optó por un álbum que recogiese las realizaciones de algunos de los que han tenido la fortuna de haber contribuido a esa metamorfosis. Y era oportuno que adoptase la forma de un árbol, una construcción tan genuinamente matemática, en su intento de emular la naturaleza que fluye, bifurca y se auto-reproduce, ganando en complejidad, sin perder coherencia.
El director del Proyecto DyCon en Deusto-Tech Fundación Deusto aseguró que “formar parte de ArbolMat es una oportunidad más: una ocasión de representar a muchos otros colaboradores, alumnos y maestros, que han hecho posible un salto cualitativo y cuantitativo tan importante de nuestra ciencia. Hace mucho tiempo, aprendí en una Junta de Facultad de esta Universidad, de la Complutense, que no debemos confundir méritos y oportunidades. Es pues un privilegio ser uno de los que figura en ArbolMat, una hermosa iniciativa que ojalá se complete y perdure”.
Entre las instituciones que colaboran en esta idea, Enrique Zuazua citó a Universia “a quien le debemos los recursos necesarios y una visión, compartida con la RSME, para poner en marcha un proyecto singular. También le debemos la elección del mejor posible «maestro del bonsái» para dar forma a la obra. Sebastià Xambó, en una paradoja habitual en nuestra disciplina, es uno de los que mereciendo más estar en el árbol, no está por haber sido el encargado de crearlo”.
No quedo fuera del discurso de Zuazua el factor humano. Según dijo, “lo mejor de esta experiencia, sin duda, es que haya sido la ocasión para compartir unos cuantos días con Sebastià y descubrir al hombre que da espíritu a ese ilustre Catedrático que conocíamos en la vertiente más profesional”.
Este acto de lanzamiento público de la nueva edición de ArbolMat puede ser la ocasión de que las Matemáticas de habla hispana, y en particular las españolas, se replanteen el futuro con la misma ambición con la que, hace unas décadas, decidieron homologarse internacionalmente.
Pero vivimos un momento complejo en todos los órdenes. Nuestras Matemáticas, que se ganaron la admiración internacional, de la que el Congreso Internacional de Matemáticos 2006, ICM2006, dio buena fe, han venido sufriendo un fuerte desgaste en los últimos años. La disminución de los recursos y una legislación poco favorable no han ayudado y han hecho que el horizonte de los más jóvenes, de los destinados a tomar el relevo, se haya estrechado hasta el punto que muchos, aunque no sólo ellos, hayan acabado desarrollando sus carreras fuera.
También hubo tiempo para la autocrítica, de la que afirmó sería deshonesto no hacerla. “Tal vez nos haya faltado generosidad y sobrado cicatería-aseveró-. Es humano, sí, desear que el botín se reparta, incluso asaltarlo, pero hacerlo demasiado pronto es una mala inversión colectiva en el medio y largo plazo. Lo vemos estos días en prensa. El todo vale nos debilita como comunidad. De poco valen los índices de impacto y los rankings si perdemos el prestigio social, y el respeto de las administraciones”.
El discurso del Director de la Cátedra de Matemática Computacional en Deusto-Tech terminó con un deseo: “Ojalá ArbolMat sirva para recuperar visión y el indispensable espíritu de cooperación, honestidad y rigor que nunca se debió perder. Son muchos los retos que tenemos por delante. Difícil sería considerar que nuestra obra se ha culminado con éxito antes de, por ejemplo, ofrecer programas de máster y doctorado competitivos internacionalmente”.
Las últimas palabras fueron para recordar y pedir que no se repita uno de los pensamientos de D. Santiago Ramón y Cajal: Unas veces faltan recursos y demasiadas otras, lo que sobra es la miseria de voluntades, y parafraseando a Isaac Newton en una carta escrita a Robert Hooke con motivo de sus polémicas epistolares sobre la Ley de Gravitación Universal, concluyo sosteniendo que “desde la copa, de la atalaya de ArbolMat, podemos ver más lejos”.
Perfil de Enrique Zuazua en Arbolmat, el árbol de las matemáticas.
http://www.arbolmat.com/enrique-zuazua/
Varios medios de comunicación nacionales han recogido la noticia:
Noticias de la Universidad Complutense de Madrid: https://www.ucm.es/noticias/